El movimiento del software de código abierto ha sido un impulsor sin precedentes de la innovación global y el crecimiento de la productividad. Al compartir el código que ejecuta bases de datos, teléfonos inteligentes y diseñar semiconductores de forma gratuita, y permitir que cualquiera contribuya a actualizarlo y reparar sus errores, el OSS, como se le conoce, ha ahorrado a las empresas la necesidad de reinventar innumerables ruedas, acelerando el crecimiento de los $475 mil millones de la industria mundial del software. Sin embargo, las crecientes tensiones geopolíticas están poniendo en riesgo la futura contribución económica del movimiento.
|