El Ministerio de Finanzas de China está considerando permitir que los gobiernos locales vendan 1,5 billones de yuanes (u$s 220 mil millones) de bonos especiales en la segunda mitad de este año, una aceleración sin precedentes de la financiación de infraestructura destinada a apuntalar la economía asediada del país. Las ventas de bonos se adelantarían de la cuota del próximo año, según personas familiarizadas con las discusiones, que pidieron no ser identificadas porque no están autorizadas a hablar en público. Sería la primera vez que la emisión se acelera de esta manera, lo que subraya las crecientes preocupaciones en Beijing sobre el grave estado de la segunda economía más grande del mundo.
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