El mercado anda preocupado por las siembras de trigo en Rusia y Ucrania, dos países, que conjuntamente representan más de la cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo. Los suelos están tan secos que no tienen el tempero necesario para realizar las labores previas a la siembra, con lo que los agricultores se están cuestionando si van a poder sembrar. Ciertamente, todavía queda tiempo para que la meteorología mejore y cambien las condiciones de extrema sequía que están sufriendo muchas zonas, pero está claro que se está acortando la ventana de siembra para los cultivos de invierno, que constituyen la mayor parte de su producción anual, según las estimaciones de la consultora rusa IKAR. Los precios del trigo están muy por debajo del pico registrado tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Se ha registrado un alza en las cotizaciones en las últimas semanas debido a las preocupaciones crecientes por el suministro del Mar Negro. La producción de trigo de Ucrania es aproximadamente un tercio más baja que en los niveles anteriores a la guerra, ya que hay zonas del país en las que no se puede cultivar. En el caso de Rusia, también la última cosecha de trigo es más baja, en torno a un 10% menos, como consecuencia de la sequía.
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