Hace dos años, los bancos centrales de todo el mundo comenzaron a subir las tasas de interés. En ese momento, muchos comentaristas, incluido éste, predijeron que el fin de años de dinero fácil provocaría el colapso de los precios de los activos y el colapso de las economías. Sin embargo, no llegó ninguna recesión. De hecho, el crecimiento económico estadounidense repuntó después de 2022. Tras el más breve de los mercados bajistas, las acciones estadounidenses alcanzaron un nuevo máximo. En su libro “Juicio político experto: ¿Qué tan bueno es? ¿Cómo podemos saberlo?”, publicado en 2005, el politólogo Philip Tetlock sostiene que los expertos a menudo ofrecen racionalizaciones de sus fracasos en las previsiones después del acontecimiento. Una de las más comunes es “habría sucedido de no ser por…”. No faltan argumentos de este tipo para explicar la ausencia de un aterrizaje forzoso de la economía.
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