| Para algunos llegan tiempos de decisiones drásticas, entre seguir agonizando o cerrar el tambo, mientras que para otros empiezan a correr los plazos para achicarse y seguir ajustando costos. En las industrias, entre los aprietes por los precios y las exportaciones, los días pasan planificando de qué manera poder pagar un peso más por la materia prima para no seguir achicando la producción. En este contexto lo único que pudo esbozar el Gobierno Nacional por el sector lechero fue una línea de subsidios, que llegan lento, tarde y que ni siquiera van a lograr un efecto electoral. Con varios meses de Dólar Soja encima, el 6 de enero se prometía el programa Impulso Tambero, que se pagaría de marzo a junio en cuotas mensuales. Como la situación no mejoraba, ya en mayo empezaba a haber rumores de un quinto pago que incluso fue anunciado por el propio Sergio Massa. No sucedió, pero después se decidió ingresar a una segunda etapa de este programa de compensaciones.
|