La incertidumbre generada por los anuncios arancelarios de China está marcando el comportamiento de los mercados porcinos internacionales. En Europa, la presión a la baja sobre los precios es evidente en la mayoría de países, aunque con ritmos distintos según la evolución de sacrificios y consumo. En Alemania, los precios se mantienen sin cambios relevantes pese a la coyuntura internacional. El consumo sigue siendo débil tras la vuelta al cole, sin señales de recuperación en el dinamismo del mercado cárnico. En Italia, la oferta de cerdos crece y los pesos aumentan, lo que ajusta la diferencia con la demanda. Las importaciones de carne porcina europea siguen siendo importantes, y se prevé que la mayor presión exportadora desde otros países europeos acentúe la competencia en el mercado italiano. Fuera de Europa, Estados Unidos experimenta una nueva caída en los precios, aunque todavía se mantienen en niveles históricamente altos. En China, los precios muestran una leve recuperación tras un periodo de caídas. La menor oferta derivada de la reducción en la comercialización por parte de las granjas contrasta con una demanda aún débil, limitada por las altas temperaturas del verano. El mercado permanece cauteloso y sin indicios de recuperación sostenida.
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