A veces uno supone que los cambios políticos deberían mover algunas fichas en el tablero agropecuario. Sobre todo cuando las reformas vienen con tono épico, como ahora, que se prometió liberar al campo de sus ataduras: menos retenciones, menos trámites, más mercado. También cuando se habla de reducir costos, y se propone discutir el precio de los alquileres. Todo el sector agrícola ubica al costo de los alquileres como uno los obstáculos más grandes a la hora de armar el Excel, pero no siempre la teoría se traslada a la tierra. La Bolsa de Cereales de Córdoba acaba de publicar el primer relevamiento de arrendamientos agrícolas para la campaña 2025/26. El resultado sorprende por su falta de sorpresa: el valor promedio de los alquileres se mantiene por tercer año consecutivo en 11,5 quintales de soja por hectárea.
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