El mecanismo utilizado en los hechos denunciados fue el de eliminar los derechos de exportación a los granos el lunes a la mañana, y menos de 72 horas después, copar al cupo establecido para volver a subirlos. En ese período, las empresas agroexportadoras calzaron las respectivas Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por 19 millones de toneladas de granos, que exportarán en los próximos meses a un valor por tonelada de grano completo, es decir, sin deducir retenciones. Por eso salieron ahora a comprar los granos a valor con retenciones, trasladando solo parcialmente la rebaja que obtuvieron a sus proveedores de materia prima, es decir los productores. Mientras la medida duró, el sector productivo solamente gozó de los beneficios que otorgó una suba cercana a un 15% en el precio de la soja, cuando las retenciones llegaban a 26%, lo que generó un rechazo absoluto del primer eslabón de la cadena granaria, que acusa a las exportadoras de hacer negocio a costa suya.
|